Convertirse en exterminador: ¿una profesión con futuro?

En los países industrializados occidentales, los mercados laborales están cambiando. Cada vez se crean más puestos de trabajo para personas altamente cualificadas, mientras que los empleos en la producción se reducen cada vez más. Es difícil hacerse un hueco sin una formación sólida o un título. Pero hay profesiones para las que probablemente no se aplique esta regla. Son tan elementales que siempre son necesarias y la posibilidad de racionalizarlas es casi inexistente. Hablamos del exterminador, que se gana el dinero con el control de plagas. En nuestra opinión, un trabajo que siempre tendrá demanda.

El control de plagas siempre existirá

Desde los albores de la humanidad, las sociedades han tenido que lidiar con las plagas. Siempre han existido las ratas, que destruían parte de la cosecha de grano en el almacén. En el siglo XIV propagaron la peste. Una vez, Egipto fue invadido por una plaga de langostas. Cualquiera que haya estado en un hotel en España sabe que las cucarachas forman parte de las vacaciones. En Nueva York, es habitual que los habitantes de la ciudad se vean acosados por las chinches una y otra vez, sin perspectiva de fin. Aquí también tenemos esos problemas. El experto en control de plagas de Fráncfort informa de que, después de cada gran feria, los hoteles se llenan de problemas porque sus camas han sido infestadas de bichos introducidos por los huéspedes.

En pocas palabras: las plagas siempre han existido y seguirán existiendo en el futuro. Este trabajo no lo puede hacer una máquina o un robot. Así que la sociedad siempre necesitará personas que se ocupen de esos problemas. Por esta razón, las perspectivas de un exterminador con buena reputación profesional son bastante excelentes.

Control de plagas: ¿cuál es la perspectiva profesional?

Se puede decir que es un mercado en el que se puede ganar mucho dinero. Si está empezando su propio negocio, por supuesto necesitará tiempo para crear las redes. Pero hay suficiente potencial. La primera razón que habla a favor es el hecho de que la mayoría de los países occidentales industrializados están sufriendo un cambio demográfico. Faltan jóvenes y trabajadores cualificados en todas partes. Trabajar en el control de plagas no se considera precisamente atractivo. Por lo tanto, el sector sufre aún más. En otras palabras, la competencia se está autodestruyendo.

Al mismo tiempo, la necesidad siempre está ahí. La globalización impulsa a los visitantes de todo el mundo a dar la vuelta al mundo. Así, los hoteles, las pensiones, los restaurantes, los pubs o incluso la papelería son clientes habituales. Su potencial nunca se agotará. Y a los clientes comerciales casi no les importan los precios. Necesitan soluciones rápidas y fiables.

También son clientes importantes las empresas de administración de fincas. Si hay un problema de alimañas en un bloque de pisos, tienen un proveedor estándar al que llaman. No les interesan unos euros más en el precio.

En resumen, se puede decir que trabajar como exterminador es una forma ideal de labrarse un futuro seguro. El trabajo ofrece una oportunidad ideal para establecer un negocio floreciente como empresario autónomo.